domingo, 29 de julio de 2012

Antiguas contradicciones (y II)


Antonio López


Hacia el interior.
Hacia el fondo en agraz de los barrancos:
hacia el interior.
Lejos del son de las excavadoras.
Donde está la raíz
y nacen las corrientes, si es que nacen.
Hacia el rumor de nubes.
Lejos del mar del tráfico y del tráfico y
de la luz del mar: muy sin metales.
Hacia el interior.
Donde crece el cardón.
Donde la nada.
Hacia el interior:
donde volaba el guirre.
Hacia el claro misterio de las aguas.
En el justo momento
(todo momento es justo).
Sin calzado especial: hacia la vida.
Con el riesgo constante de
ser sal para siempre.
Hacia el interior:
con desnudez pisando aquella roca.
Como un presentimiento, sin nunca
haber osado.
A conciencia, con saña:
hacia el interior.
Con el mirar pequeño y
dos pulmones.
Parando en
cada mata, en
cada insecto,
con la dulce avaricia de los viejos.
Con la desesperanza de los débiles: tocando
cada brizna.
Cada roca.
Hacia el interior:
hacia el interior.

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