Cisnes de Betis que en su gran ribera,
las divinas canciones entonando, volvéis el triste invierno en primavera; y cuando el aura dulce está espirando soléis ir con templado movimiento, sublimes por las ondas paseando; pues recebís de Apolo el sacro aliento y de las musas sois favorecidos, trocad la voz en lamentable acento. |
lunes, 4 de marzo de 2013
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