miércoles, 26 de junio de 2013

ROMANCE DEL MORO DE ANTEQUERA


ROMANCE DEL MORO DE ANTEQUERA
De Antequera sale un moro,  de Antequera, aquesa villa,
cartas llevaba en su mano,  cartas de mensajería,
escritas iban con sangre,  y no por falta de tinta,
el moro que las llevaba  ciento y veinte años había.
Ciento y veinte años el moro,  de doscientos parecía,
la barba llevaba blanca  muy larga hasta la cinta,
con la cabeza pelada  la calva le relucía;
toca llevaba tocada,  muy grande precio valía,
la mora que la labrara  por su amiga la tenía.
Caballero en una yegua  que grande precio valía,
no por falta de caballos,  que hartos él se tenía;
alhareme en su cabeza  con borlas de seda fina.

Siete celadas le echaron,  de todas se escabullía;
por los cabos de Archidona  a grandes voces decía:
-Si supieres, el rey moro,  mi triste mensajería
mesarías tus cabellos  y la tu barba vellida.
Tales lástimas haciendo  llega a la puerta de Elvira;
vase para los palacios  donde el rey moro vivía.
Encontrado ha con el rey  que del Alhambra salía
con doscientos de a caballo,  los mejores que tenía.
Ante el rey, cuando le halla,  tales palabras decía:
-Mantenga Dios a tu alteza,  salve Dios tu señoría.
-Bien vengas, el moro viejo,  días ha que te atendía.
-¿Qué nuevas me traes, el moro,  de Antequera esa mi villa?
-No te las diré, el buen rey,  si no me otorgas la vida.
-Dímelas, el moro viejo,  que otorgada te sería.
-Las nuevas que, rey, sabrás  no son nuevas de alegría:
que ese infante don Fernando  cercada tiene tu villa.
Muchos caballeros suyos  la combaten cada día:
aquese Juan de Velasco  y el que Henríquez se decía,
el de Rojas y Narváez,  caballeros de valía.
De día le dan combate,  de noche hacen la mina;
los moros que estaban dentro  cueros de vaca comían,
si no socorres, el rey,  tu villa se perdería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario