VIGILIA Y SUEÑO |
La moza lucha con el mancebo
-su prometido y hermoso efebo- y vence a costa de un traje nuevo. Y huye sin mancha ni deterioro en la pureza y en el decoro, y es un gran lirio de nieve y oro. Y entre la sombra solemne y bruna, yerra en el mate jardín, cual una visión compuesta de aroma y luna. Y gana el cuarto, y ante un espejo, y con orgullo de amargo dejo, cambia sonrisas con un reflejo. Y echa cerrojos, y se desnuda, y al catre asciende blanca y velluda, y aún desvestida se quema y suda. Y a mal pabilo, tras corto ruego, sopla y apaga la flor de fuego, y a la negrura pide sosiego. Y duerme a poco. Y en un espanto, y en una lumbre, y en un encanto, forja un suceso digno de un canto. ¡Sueña que yace sujeta y sola en un celaje que se arrebola, y que un querube llega y la viola! |
jueves, 24 de octubre de 2013
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