lunes, 4 de noviembre de 2013

No digas que me quieres


No digas que me quieres, que es pecado,
ni que me eres humilde o generosa:
ya ves que sin querer brota la rosa,
sin saber qué hermosura al mundo ha dado.
.
Ley es que hoy el sol enamorado
entre los peces del azul transite:
ley que hoy el hombre en mí y en ti palpite
y sin saber por qué, estés a mi lado.
No sientas miedo pues porque me quieres
ni llores por mi ayer o tu mañana,
mas sé desnuda ante mi ruego tierno:
.
porque hoy la raza grita en sus dos seres
orden fatal de ser. Y a más, hermana,
¡es tan dulce ceder al Fuego eterno!

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