martes, 3 de junio de 2014

Nadaba...





Nadaba por el agua transparente 
en lo hondo, y pescaba gozoso 
con un pequeño arpón peces brillantes, 
amigos, moteados. 
Aquella agua tan densa, nadar 
como un gran pez, vosotros, 
dijo, me esperabais en casa. 
Pensé entonces en Klee, 
en la dorada. Ahora leo: 
estás roto y tus sueños 
se cuelan en tu vida, esa sensación 
de realidad es muy fuerte; estas pastillas 
te ayudarán. 
Dorado pez, 
dorada de los abismos, destellos 
en lo hondo. Un sueño subterráneo 
nos recorre, nos reúne, 
nacemos y morimos, mas se repite 
el sueño y queda el pez, 
su densidad, la transparencia. 


(Antonio Gamoneda, Jerónimo Salvador) 
(De caza nocturna) 

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