jueves, 31 de julio de 2014

LA QUEJA QUERIDA




Poeta. Es decir, náufrago que grita,
que quiere sacudirse la tristeza
de su isla desierta y exquisita,
cuando la muerte a rodearlo empieza.
Su queja, cada día, arroja escrita
al mar: botella verde, uña, corteza.
Cada día, iza al cielo una infinita
bandera roja que arde en la maleza.
Y si algún transatlántico de espanto
sorprende su mensaje de humo y llanto,
es inútil la búsqueda, el viaje.
La expedición arribará a la playa
y el poeta, en su cueva más salvaje,
esperará de nuevo a que se vaya.

Mínimas del ciprés y los labios, 1958

No hay comentarios:

Publicar un comentario