martes, 29 de diciembre de 2015

Quisiera esta tarde no odiar,







Quisiera esta tarde no odiar,
no llevar en mi frente la nube sombría.
Quisiera esta tarde tener unos ojos más claros
para posarlos serenos en la lejanía.

Debe de ser tan hermoso decir:
"Creo en las cosas que existen y en otras que acaso no existan,
en todas las cosas que pueden salvarme, aunque ignore su nombre;
conozco la fruta dorada que da la alegría."

Quisiera esta tarde no odiar,
sentirme ligero, ser río que canta, ser viento que mueve la espiga.
Miro al poniente. Atardecen los largos caminos que van a la noche,
que dan su cansancio a la noche, que van a la noche a soñar en su negra mentira.

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