martes, 15 de diciembre de 2015

Sobre el oficio de escribir



Estoy en mi despacho
y al mirar la ventana el cristal disciplina mis ojos;
un cristal es igual que un amor,
cuando miras tras él todo se hace misterio.
Detrás de la ventana está la sierra,
es el marco del cuadro,
y en su jurisdicción
las distancias establecen sus límites, pero el límite está en ti
mismo,
pues lo interior y lo exterior son solamente aspectos de una
misma frontera.
Aunque este pensamiento no es muy original quisiera
registrarlo:
el paisaje lo han hecho las distancias.

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